Indígenas se movilizaron en número récord y dan una lección de democracia al gobierno que trabaja para acabar con los derechos originarios.

El 14º campamento Tierra Libre (ATL) terminó el 28/4, en Brasília, después de cuatro días intensos de actividades y protestas, y números históricos. Más de cuatro mil indígenas, de cerca de 200 pueblos de todas las regiones del país, estuvieron presentes, en una grande demostración de fuerza del movimiento indígena. Se estimaba que cerca de 1,6 mil vinieran a capital federal. Se trata del mayor ATL ya realizado.

“Reafirmamos que no admitiremos las violencias, retrocesos y amenazas perpetradas por el Estado brasileño y por las oligarquías económicas contra nuestras vidas y nuestros derechos, así como llamamos a toda la sociedad brasileña y a la comunidad internacional a unirse a la lucha de los pueblos originarios por la defensa de los territorios tradicionales y de la madre naturaleza, por el bien estar de todas las formas de vida”, dice el documento final del campamento.

Policial impide paso del manifestante durante el ATL. Foto: Mídia Ninja / MNI

Policial impede passagem de manifestante durante ATL. Foto: Mídia Ninja / MNI

El texto fue protocolado en el Palacio del Planalto, en los ministerios de Educación, Salud y Justicia. El movimiento indígena, sin embargo, se reusó a participar de una reunión solicitada por los ministros de Justicia, Osmar Serraglio, y de la Casa Civil, Eliseu Padilha. Los dos son políticos ruralistas y los principales articuladores de medidas contra los derechos indígenas en el gobierno federal.

A lo largo de la semana, también por causa de la presión de la mobilización, la Fundación Nacional del Indio (Funai) publicó los relatorios de identificación de cuatro Tierras Indígenas del pueblo Guarani, una en Paraty (RJ), y otras tres en el Valle de Ribeira, en San Pablo, además de una del pueblo Pipipã, en Pernambuco. Sumadas, las áreas llegan a casi 70 mil hectáreas.

El movimiento indígena brasileño consolidó la unidad de sus luchas, comenzó a articular una alianza internacional con lideranzas indígenas de seis países (Panamá, Costa Rica, Guatemala, Ecuador, Bolivia e Indonesia), fortaleció el protagonismo de las mujeres y jóvenes indígenas, recibió el apoyo de otros movimientos sociales del país, divulgó como nunca sus reivindicaciones y la cultura indígena. Y le dejó un duro mensaje al gobierno Temer: no serán aceptados ataques a los direchos de los pueblos originarios.

Ana Terra Yawalapiti delante de policiales en frente del Congreso. Foto: Mídia Ninja / MNI

Ana Terra Yawalapiti delante de policiales en frente del Congreso. Foto: Mídia Ninja / MNI

Mesas y grupos de trabajo discutieron, entre otros temas, a lo largo de cuatro días, la paralización de las demarcaciones indígenas; la debilitación de las instituciones y políticas públicas indigenas; las proposiciones anti-indígenas que tramitan en el Congreso; la tesis del “Marco Temporal”, por la cual solo debem ser consideradas Tierras Indígenas las areas que eran posesión de comunidades indígenas en la fecha de promulgación de la Constitución (5/10/1988).

La cobertura del ATL, realizada por los comunicadores indígenas y aliados, alcanzó 8,5 millones de persoas en las redes sociales a lo largo de todal a semana solamente en la página oficial de la mobilización. La prensa nacional e internacional repercutió las marchas de millones de indígenas en la Explanada de los Ministerios y divulgó la imagen de la faja con la inscripción “Demarcación Ya” en los (mastros?) de banderas frente al Congreso. Hoy, el mundo conoce más de la lucha de los pueblos indígenas en Brasil.

En el inicio de la semana, fue lanzado el videoclip con la participación de un equipo de más de 25 artistas renombrados que exigen, como dice el título de la música, “Demarcación Ya”. Están en el grupo Maria Bethania, Gilberto Gil, Ney Matogrosso, Chico César, Carlos Rennó, Lenine, Nando Reis, Zeca Baleiro, Letícia Sabatella, Elza Soares, Zeca Pagodinho, entre otros.

Katãn Kaingang brinca na frente do Congresso durante protesto. Foto: Luíza Calagian / MNI

Katãn Kaingang juega frente al Congreso durante la protesta. Foto: Luíza Calagian / MNI

El ATL también dió una clase de democracia al Gobierno Temer. El martes (25/4), en la primera marcha de la semana, los indígenas fueron recibidos con gas lacrimógeno y balas de goma frente al Congreso. Al día siguiente, fueron impedidos de entrar en el Senado para presenciar una audiencia pública previamente agendada y fueron intimidados por la policía en el camino de ida y de vuelta al campamento. A pesar de esto, el jueves (27/4), realizará​ una marcha pacífica en el centro de Brasília para mostrar su indignación contra los retrocesos y amenazas a sus direchos.

Por todos estos motivos, el 14º ATL fue un marco en lucha en defensa de los direchos indígenas. Y la lucha continua