La Alianza Global de Comunidades Territoriales emite una declaración que pide un compromiso redoblado con la tenencia de la tierra como una solución climática clave.
Declaración emitida por: la Coordinadora de Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica (COICA) y sus organizaciones miembros de los nueve países de la cuenca amazónica; la Alianza Mesoamericana de Pueblos y Bosques (AMPB) y sus organizaciones miembros de seis países de Mesoamérica; la Articulación de los Pueblos Indígenas de Brasil (APIB); la Red de Pueblos Indígenas y Comunidades Locales para la Gestión Sostenible de Ecosistemas Forestales (REPALEF) en la República Democrática del Congo; y la Alianza de Pueblos Indígenas del Archipiélago (AMAN), que representa a 17 millones de pueblos indígenas en toda Indonesia.

Como organización representativa de pueblos indígenas y comunidades locales en 24 países del cinturón tropical del planeta, las promesas de destinar $19,2 billones a apoyar el reconocimiento de los derechos territoriales de pueblos indígenas y comunidades locales que se han hecho en esta Cumbre de Líderes Mundiales son una buena noticia, de la cual nos alegramos. Al asumir este compromiso, los principales donantes públicos y privados reconocen el papel fundamental que desempeñamos en la lucha contra el cambio climático y subrayan la prioridad urgente que debe ser asegurar la tenencia de nuestras tierras.
Aun así, no podemos recibir la noticia con entusiasmo porque no fuimos incluidos en su construcción, y por lo tanto sospechamos que muchos de estos fondos están destinados a los mecanismos tradicionales de financiamiento climático, que han demostrado muy grandes limitaciones para llegar a nuestros territorios y apoyar a las comunidades en sus iniciativas. Son millones de dólares que ya se han invertido en proteger los bosques o detener la deforestación, con muy pocos resultados. Esto es porque los gobiernos no están presentes en estos territorios, lo que les impide implementar políticas de largo aliento que protejan los recursos naturales.
También, porque las complejidades burocráticas que actualmente prevalecen hacen prosperar una gran cantidad de intermediarios, que son en realidad los primeros beneficiarios de los fondos climáticos, y cuyos elevados costos disminuyen el porcentaje que realmente es invertido en los territorios. Nos confirma en nuestras sospechas el hecho de que prácticamente ninguno de estos anuncios ha sido realmente consultado previamente con nosotros o nuestras organizaciones miembros.
Sin embargo, nosotros también queremos contribuir con nuestras buenas noticias. Como constatamos que los donantes públicos y privados, así como las filantropías, tienen dificultades para hacer llegar sus fondos hasta el nivel de los territorios, de las comunidades locales e indígenas, hemos estado trabajando en una serie de recomendaciones para facilitar este proceso. Ese conjunto de recomendaciones conforman una nueva visión, la Visión Shandia, un ecosistema de financiamiento que permitirá por fin a todos estos mecanismos financieros llegar hasta nuestros territorios.
Como Alianza Global de Comunidades Territoriales, nos comprometemos a darles seguimiento a las promesas en el marco de nuestra Visión Shandia, e invitamos a la cooperación internacional en general a unirse a nosotros para construir una nueva arquitectura de financiamiento climático que pueda llegar realmente a los territorios donde está en juego la preservación de la biodiversidad y la fijación de las emisiones.
Como Alianza Global de Comunidades Territoriales, nos comprometemos a darles seguimiento a las promesas en el marco de nuestra Visión Shandia, e invitamos a la cooperación internacional en general a unirse a nosotros para construir una nueva arquitectura de financiamiento climático que pueda llegar realmente a los territorios donde está en juego la preservación de la biodiversidad y la fijación de las emisiones.
“Protegemos la mayor parte de la biodiversidad restante del mundo; sin embargo, recibimos menos del uno por ciento de la financiación de donantes internacionales. Si realmente quieren garantizar que los bosques permanezcan en pie, la comunidad mundial debe hacer más para reconocer los derechos de los pueblos indígenas y apoyar nuestras estructuras de gobernanza tradicionales», afirmó Joseph Itwongo, líder indígena de la República Democrática del Congo, y presidente de los Pueblos para la Gestión Sostenible de Ecosistemas Forestales en África Central (REPALEAC, por su sigla en inglés).
«Proponemos una nueva forma de gestionar los recursos directamente a nuestras comunidades, quienes hacen el trabajo en primera línea – con esto, aseguraríamos un mayor impacto para el bien de toda la humanidad”, dijo Tuntiak Katan, líder indígena ecuatoriano que lidera la Alianza Global.
Como Alianza Global de Comunidades Territoriales, nos comprometemos a darles seguimiento a las promesas en el marco de nuestra Visión Shandia, e invitamos a la cooperación internacional en general a unirse a nosotros para construir una nueva arquitectura de financiamiento climático que pueda llegar realmente a los territorios donde está en juego la preservación de la biodiversidad y la fijación de las emisiones.
Los bosques administrados por pueblos indígenas y comunidades locales tienen tasas de deforestación más bajas que tierras similares administradas por otros. Entre 2000 y 2012, por ejemplo, las tasas de deforestación anual promedio en nuestros bosques en Bolivia, Brasil y Colombia fueron dos o tres veces más bajas que las que no son manejadas por pueblos indígenas. Pero esos logros solo se obtienen cuando nuestras comunidades tienen derechos seguros sobre su tierra, por lo que la financiación de tales iniciativas debe ser de suma importancia.
Además del reconocimiento y la protección de nuestros derechos de tierras comunales y sistemas de tenencia consuetudinaria, exigimos una compensación por la gama de servicios de los ecosistemas, incluida la protección contra las pandemias emergentes, generados en nuestras tierras. Exigimos que las decisiones de inversión se determinen desde dentro de nuestras comunidades y que nuestros líderes electos y nuestras formas de vida tradicionales sean respetados en todos los ámbitos de la toma de decisiones. Y solicitamos financiamiento directo para respaldar nuestros esfuerzos por administrar de manera sostenible nuestra tierra y recursos, con herramientas para monitorearla y protegerla de intrusos como la agroindustria y los mineros y madereros ilegales.
“El compromiso anunciado hoy para detener la pérdida de bosques y proteger los derechos de los pueblos indígenas está muy atrasado”, dijo Mina Setra, líder indígena de Indonesia y subsecretaria general de la Alianza de Pueblos Indígenas del Archipiélago (AMAN). “Aplaudimos a los gobiernos y donantes involucrados por dar este paso para proteger nuestros derechos y el clima global. Sin embargo, este compromiso no debe reemplazar las acciones fundamentales que deben tomar para evitar que sus empresas arrasen nuestros bosques ancestrales. Para cumplir su misión y evitar una catástrofe climática, deben detener toda la deforestación en las tierras de los pueblos indígenas y las comunidades locales y trabajar con nosotros para proteger los últimos bosques tropicales que quedan en el mundo.

GLASGOW COP26, 1 Noviembre 2021