20/Mar/2020
Sin lugar a dudas, los pueblos indígenas somos uno de los segmentos más expuestos a una situación de vulnerabilidad frente a la actual pandemia de coronavirus COVID-19. A lo largo de la historia, hemos sido víctimas de sucesivos invasores, no sólo por el uso de violencia física, armas de fuego o trabajo forzado, sino también por las enfermedades que nos han transmitido y transmiten, como la gripe, la viruela y el sarampión, incluso en el siglo XX especialmente durante el régimen de dictadura militar.
Actualmente sufrimos enfermedades externas: enfermedades cardiovasculares, hipertensión, diabetes, enfermedades gastrointestinales, renales, de transmisión sexual y respiratorias. El coronavirus es otra de estas amenazas, otra plaga producida por la acumulación capitalista, que por lo tanto es de origen político y económico y que ahora se convierte en una crisis de salud pública.
No podemos pagar por problemas no relacionados con nuestra forma de vida. Por el contrario, corresponde al Estado proporcionar medidas para aliviar su deuda acumulada hasta la fecha con nuestros pueblos y comunidades.
De esta manera, la Articulación de los Pueblos Indígenas de Brasil (APIB), hacemos de público conocimiento nuestra exigencia al Gobierno actual para que implemente un plan de acción de emergencia, que incluya, entre otras, las siguientes medidas:
• Garantizar la protección de nuestros territorios, independientemente de la fase de regularización en la que se encuentren.Principalmente los territorios de los pueblos indígenas aislados y recientemente contactados.
• Restringir la presencia de invasores en territorios indígenas, como ocupantes ilegales, mineros, madereros y otros que practican actividades no reglamentadas en estos territorios.
• Suspender cualquier intento de desalojo en las retomadas: territorios tradicionales de nuestros pueblos ocupados con el objetivo de garantizar su derecho original, posesión y usufructo exclusivos.
• Fortalecer, con una asignación presupuestaria adicional, el subsistema de salud indígena, es decir, la Secretaría Especial de Salud Indígena (SESAI), los Distritos Especiales de Salud Indígena (DSEI) y las Casas de Salud Indígena (CASAI), en el actual contexto de la pandemia de coronavirus debido al aumento de demanda y sobreocupación.
• Evitar el acceso a los territorios indígenas de personas que no están autorizadas o vinculadas a servicios básicos de asistencia, como turistas y otras personas con diferentes propósitos no autorizados por nuestros líderes.
• Mejorar el subsistema con medidas de prevención y atención para evitar riesgos de contaminación por coronavirus en las aldeas, especialmente en aquellas cercanas a centros urbanos o en momentos de asistencia hospitalaria necesaria. Cualquier plan de contingencia debe ser ampliamente discutido con los órganos representativos de nuestros pueblos.
• Revocar inmediatamente la Ordenanza Funai No. 419 / PRES., Del 17 de marzo de 2020, según lo recomendado por el Consejo Nacional de Salud (CNS) y el 6to. Cámara de Coordinación y Revisión del Ministerio Público Federal / PGR. La Ordenanza FUNAI, principalmente en su artículo 4, elimina de la Coordinación General de Indios Aislados la responsabilidad de proteger a estos pueblos, transfiriéndola a las coordinaciones regionales del órgano indígena. Las coordinaciones regionales no tienen personal calificado y condiciones estructurales para tal misión específica. Para APIB, esta decisión que elude toda la legislación nacional específica (Constitución Federal, Estatuto del Indio, Reglamento Interno de Funai, determinaciones del Ministerio de Salud y SESAI) e internacional (Declaración Americana de los Derechos de los Pueblos Indígenas, resoluciones de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y OMS), constituye un acto de irresponsabilidad, ya que representa un mayor riesgo para la integridad de los pueblos aislados y de contacto reciente. La decisión sólo puede justificarse debido a intereses inexplicables, que nuestra organización ya ha informado en otras ocasiones.
Finalmente, en ausencia de la voluntad política del gobierno actual de desarrollar un plan de contingencia para brotes y epidemias considerando las especificidades de nuestros pueblos, su forma de vida comunitaria, que puede facilitar la rápida propagación del Coronavirus, requerimos que las organizaciones internacionales, principalmente la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Panamericana de la Salud (OPAS), pongan a disposición las unidades de salud para indígenas de forma urgente. Es por el bienestar de nuestros ancianos, custodios de sabiduría y tradición, como por el bien de nuestros hijos y futuras generaciones, que exigimos respeto por la atención médica específica y diferenciada, conquistada por los pueblos indígenas en la Constitución de 1988.
12/Feb/2020
Las organizaciones abajo firmantes –, indígenas, defensores de indígenas, socioambientalistas y defensores de derechos humanos– que conforman la Movilización Nacional Indígena (MNI) vienen a expresar un rechazo vehemente al Proyecto de Ley No. 191/20, enviado por el Presidente de la República, Sr. Jair Bolsonaro. , el 6 de febrero de este año, cuyo objetivo es regular la búsqueda y explotación de recursos minerales, minería artesanal, extracción de hidrocarburos, así como el uso de recursos hídricos para generar electricidad en tierras indígenas. El PL materializa el “sueño” del presidente, quien desde su toma de posesión defiende la explotación económica de los territorios indígenas y la pesadilla para los pueblos indígenas.
Una vez más, Bolsonaro reitera su política irrespetuosa con el Estado de derecho democrático, los derechos humanos, la Constitución federal y los tratados internacionales que reconocen los derechos indígenas. El proyecto de ley 191/20, enviado a la Cámara Federal, propone la liberación de territorios indígenas para la explotación de minerales, recursos hídricos e incluso agricultura, cuando la Constitución brasileña establece como principio que el gobierno federal tiene el deber de proteger los territorios indígenas.
Es flagrante la intención del Presidente de la República y sus partidarios de abrir las tierras indígenas a grupos económicos nacionales e internacionales. Es un proyecto de muerte para los pueblos indígenas, que vendrá en forma de desfiguración de sus territorios, violación de sus derechos y pérdida de su autonomía, logrados en la Constitución brasileña y en los tratados internacionales. El proyecto de ley es un camino sin retorno al derecho de usufructo exclusivo de los pueblos indígenas sobre su territorio.
El proyecto también propone el retorno a la tutela, cuando elimina falazmente el poder de veto de los pueblos indígenas en relación con la explotación de sus territorios, sometiéndose a la aprobación del propio Presidente de la República, después de una consulta meramente protocolar para confirmar el emprendimiento. También propone que la administración de los recursos financieros será responsabilidad de un consejo curatorial que estará compuesto unicamente por tres indígenas y que podrá definir las asociaciones que representen legítimamente a las comunidades indígenas afectadas.
P.L.191 / 20 es totalmente usurpador, autoritario, neocolonialista, violento, racista y genocida, especialmente con respecto a los pueblos indígenas aislados voluntariamente y recientemente contactados. El PL retoma una perspectiva etnocida y genocida contra los pueblos indígenas, contrariamente a lo que defiende la Constitución Federal en sus artículos 231 y 232, y tratados internacionales, ya que, además de proponer la destrucción de las políticas de protección, desvirtua los territorios ya regularizados y señala la no demarcación de nuevos territorios.
Expresamos nuestro repudio y desacuerdo con el proyecto de ley referido y sus impactos impredecibles. Nos unimos a la lucha de los pueblos indígenas de Brasil, en el apoyo irrestricto a sus derechos originales.
Brasilia, 10 de febrero de 2020
Firman:
Articulação dos Povos Indígenas do Brasil – APIB
Articulação dos Povos Indígenas do Nordeste, Minas Gerais e Espirito Santo – APOINME
Articulação dos Povos Indígenas do Sul – ARPINSUL
Associação Floresta Protegida
Associação Indígena Moratu do Xingu – AIMIX
Aty Guasú
Centro de Trabalho Indigenista – CTI
Comissão Guarani Yvyrupa
Comitê Nacional de Defesa dos Territórios Frente a Mineração – CNDTFM
Conselho das Aldeias Wajãpi – Apina
Conselho Indigenista Missionário – CIMI
Conselho Terena
Coordenação das Organizações Indígenas da Amazônia Brasileira – COIAB
Indigenistas Associados – INA
Instituto de Estudos Socioeconômicos – INESC
Instituto Internacional de Educação no Brasil – IIEB
Instituto de Pesquisa e Formação Indígena – IEPÉ
Instituto Socioambiental – ISA
Operação Amazônia Nativa – OPAN
Rede de Cooperação Amazônica – RCA
Greenpeace Brasil
Instituto, Sociedade, População e Natureza – ISPN,
Movimento dos Atingidos pela Mineração – MAM
06/Feb/2020
La Articulación de los Pueblos Indígenas de Brasil (APIB) se dirige al público para expresar su vehemente rechazo de las manifestaciones de odio y racismo visceral que el gobierno Bolsonaro, desde su primer día de gobierno, ha expresado rutinariamente y públicamente contra los pueblos, organizaciones y líderes indígenas de Brasil, en los últimos días materializadas en el anuncio de un proyecto de ley que tiene como objetivo definir
“condiciones específicas para la investigación y extracción de recursos minerales, incluido la minería artesanal, el petróleo y el gas, y la generación de energía hidroeléctrica en tierras indígenas”, anuncio maquillado de falsas buenas intenciones y retóricas que inducen la cooptación y división de los pueblos, tergiversando el real sentido de autonomía, para en realidad autorizar también la invasión de territorios indígenas por medio de otros emprendimientos como la agricultura extensiva, la ganadería y otras industrias depredadoras.
La vil declaración de que “el indio es un ser humano como nosotros. Tiene corazón, tiene sentimiento, tiene alma, tiene deseo, tiene necesidades … ”, repite el etnocentrismo de los invasores europeos, que hace más de 500 años masacraron a millones de nuestros hermanos, una práctica que hoy en día constituye un crimen racial capital.
El “sueño” del gobierno Bolsonaro es en realidad la voluntad de servir a los intereses económicos que impulsaron su candidatura y que sustentan su gobierno, a pesar de que esto implique un total incumplimiento de la legislación nacional e internacional que garantiza nuestros derechos fundamentales, nuestro derecho original, congénito, de ocupación tradicional de nuestras tierras y territorios, nuestro derecho de posesión y usufructo, y nuestro derecho a consulta, consentimiento libre, previo e informado sobre cualquier medida administrativa y legislativa que nos afecte.
Hay que decir que, la mayoría de los pueblos y comunidades indígenas en Brasil no comparten los deseos de una minoría de personas indígenas que se engañan y se doblegan ante las malas intenciones camufladas de este gobierno.
La APIB, por lo tanto, denuncia la manipulación que el Gobierno Bolsonaro hace de nuestro derecho a la autonomía y repudia este proyecto de muerte que, a todo costo, quiere implementar en territorios indígenas, con impactos irreversibles, especialmente en pueblos indígenas aislados y recientemente contactados, y llama a toda su base y movimientos, organizaciones y segmentos solidarios de la sociedad nacional e internacional a unirse a nosotros en esta batalla por la vida y el buen-vivir no solo de los pueblos indígenas sino de toda la humanidad y del planeta.
Brasilia – DF, 6 de febrero de 2020.
Articulación de pueblos indígenas en Brasil – APIB
09/Dic/2019
Madrid, 9 de Dezembro de 2019 – A principios de este año, llamamos una campaña nacional, el Enero Rojo. Con el lema Sangre indígena: Ni una gota más, denunciamos el comienzo de la ofensiva del presidente Jair Bolsonaro, que intentaba someter las políticas indígenas históricas del Estado brasileño al interés más perjudicial del lobby económico de los agronegocios, así como difundir permanentemente el discurso de odio y prejuicio contra los pueblos indígenas de Brasil.
El sábado pasado, 7 de diciembre, otros dos líderes indígenas fueron asesinados: Firmino Silvino Prexede Guajajara, jefe de las aldeas Silvino (Tierra Indígena Cana Brava), y Raimundo Guajajara, jefe de la aldea Descendência Severino (TI Lagoa Comprida), ambos de Maranhão, un estado que hace 35 días también sufrió el asesinato de Paulo Paulino Guajajara, quien actuó como guardián del bosque.
Estos crímenes reflejan la escalada del odio y la barbarie incitada por el malvado gobierno de Jair Bolsonaro, que continúa atacándonos diariamente, negando nuestro derecho a existir e incitando la enfermedad histórica del racismo que el pueblo brasileño aún sufre.
Estamos a la deriva sin la protección del Estado brasileño, cuyo papel constitucional está siendo descuidado por las autoridades actuales. El gobierno federal es un gobierno al margen de la ley, criminal en su práctica política, y opera de manera genocida para expulsarnos de nuestros territorios, destrozando nuestra cultura, desangrando nuestras raíces.
El clima de tensión, inseguridad y persecución contra los pueblos indígenas de Brasil solo aumenta. Estamos siendo atacados, diezmados y criminalizados. Un ataque a la vida indígena es un ataque a la humanidad ya que somos, los pueblos indígenas de todo el mundo, los defensores del 82% de toda la biodiversidad global. En Brasil somos casi un millón de indígenas. Preservamos el 13% de los ecosistemas brasileños. Estamos en todo el país. Somos la cultura más rica del planeta, representada por 305 personas y 274 idiomas, así como más de 180 personas de referencia en aislamiento voluntario. **
Se habla mucho sobre la lucha contra el cambio climático, pero debemos entender que nuestra supervivencia es una garantía de preservación de lo que más importa para el futuro de la humanidad. La Madre Tierra no puede soportar este modelo económico depredador por otros 50 años. Sabemos que estamos en peligro y no queda tiempo.
¡Exigimos que se tomen medidas de inmediato y que se haga cumplir la justicia! Exigimos que las autoridades competentes aclaren los hechos castigando rigurosamente a estos delincuentes para que la sensación de impunidad ya no motive acciones criminales contra nuestro pueblo, dañando brutalmente las vidas indígenas.
Aquí, en la COP 25, donde tenemos una delegación histórica de más de 20 indígenas de todo Brasil presente, exigimos que se respeten los derechos de los pueblos indígenas en la plena implementación del Acuerdo de París.
A los amigos y aliados de la sociedad civil de todo el mundo, también les pedimos ayuda. ¡Será el Diciembre Rojo! Hacemos un llamado a la movilización global en todas partes del mundo. Nuestra gente ya está ocupando la carretera BR 216 en el estado de Maranhão, en Brasil, en busca de justicia por todos estos asesinatos y necesitamos que todos se unan a esta lucha, que es una lucha colectiva.
Este será el Diciembre Rojo de la lucha de los pueblos indígenas y las personas del planeta por nuestro derecho a existir. Sangre indígena: Ni una gotas más.
05/Dic/2019
Las mujeres indígenas más diversos pueblos de Brasil hacen un llamado para que todos se unan a esta gran acción global por el clima y la vida en el planeta. Este viernes 6 de diciembre, los movimientos, activistas, ambientalistas, jóvenes y todos aquellos que luchan contra la comprensión de la emergencia climática marcharán juntos en la Marcha por el Clima que tiene lugar en Madrid durante la COP 25. Sea parte de eso, organice sus colectivos, llame a amigos, activistas y movimientos para manifestar en donde esté en ese viernes.
La ganancia está matando nuestras selvas, nuestros bosques, nuestros ríos; atacando nuestro derecho a ser y existir en nuestra diversidad. El mundo necesita otros modelos de desarrollo, ¡debemos detener esta matanza! ¡Las mujeres indígenas están a la vanguardia de esta lucha por la defensa de la madre tierra y el mantenimiento de sus formas de vida tradicionales! Únete tú también.
21/Ago/2019
Brasilia – DF, Brasil, 09 a 14 de agosto de 2019
Si hieren nuestra existencia, seremos resistencia
Nosotras, 2,000 mujeres de más de 100 diferentes pueblos indígenas, representantes de todas las regiones de Brasil, reunidas en Brasilia (DF) entre el 10 al 14 de agosto de 2019, concebimos colectivamente ese gran encuentro marcado por la realización de nuestro 1° Foro y 1° Marcha de las Mujeres Indígenas, queremos decir al mundo que estamos en permanente proceso de lucha y defensa del “Territorio: nuestro cuerpo, nuestro espíritu”. Y para que nuestras voces produzcan eco en todo el mundo, reafirmamos nuestras demandas.
Como mujeres, líderes y guerreras, generadoras y protectoras de la vida, nos posicionamos y luchamos contra las agresiones y violaciones que enfrentan nuestros cuerpos, nuestros espíritus, nuestros territorios. Difundiendo nuestras semillas, nuestros rituales, nuestra lengua, garantizaremos nuestra existencia.
La Marcha de las mujeres indígenas fue pensada como un proceso, iniciado en 2015, de formación y empoderamiento de las mujeres indígenas. A lo largo de estos años dialogamos con mujeres de diversos movimientos y nos dimos cuenta que nuestro movimiento posee una especificidad que nos gustaría que fuese comprendida. El movimiento producido por nuestra danza de lucha, considera la necesidad del regreso a la complementariedad entre lo femenino y lo masculino, sin conferir una esencia para el hombre y para la mujer. El machismo es más una epidemia traída por los europeos. Así, lo que es considerado violencia por las mujeres no indígenas puede no ser considerado de la misma forma por nosotras. Eso no significa que cerraremos nuestros ojos a las violencias que reconocemos que acontecen en nuestras aldeas, pero que sí debemos de tener en cuenta, y el propósito es exactamente contrarrestar, problematizar y construir reflexiones críticas sobre las prácticas cotidianas y formas de organización política contemporáneas entre nosotras. Necesitamos dialogar y fortalecer la potencia de las mujeres indígenas, retomando nuestros valores y memorias matriarcales para poder avanzar en nuestras demandas sociales relacionadas a nuestros territorios.
Nos oponemos totalmente a las narrativas, a los propósitos, y a las acciones del actual gobierno, quien ha dejado clara su intención de exterminio de los pueblos indígenas, apuntando a la invasión y explotación genocida de nuestros territorios por el capital. Esa forma de gobernar es como arrancar un árbol de la tierra, dejando sus raíces expuestas hasta que se sequen. Nosotras estamos arraigadas a la tierra, pues es en ella que buscamos a nuestros ancestros y por ella que alimentamos nuestra vida. Por eso, el territorio no es para nosotras y nosotros un bien que puede ser vendido, intercambiado, explotado. El territorio es nuestra propia vida, nuestro cuerpo, nuestro espíritu.
Luchar por los derechos de nuestros territorios es luchar por nuestro derecho a la vida. La vida y el territorio son la misma cosa, pues la tierra nos da nuestro alimento, nuestra medicina tradicional, nuestra salud y nuestra dignidad. Perder nuestro territorio es perder a nuestra madre. Quien tiene territorio, tiene madre, tiene protección. Y quien tiene protección, tiene cura.
Cuando cuidamos nuestros territorios, lo que naturalmente ya es parte de nuestra cultura, estamos garantizando el bien de todo el planeta, pues cuidamos los bosques, el aire, los suelos. La mayor parte de la biodiversidad del mundo está bajo el cuidado de los pueblos indígenas y, así, contribuimos para sustentar la vida en la Tierra.
La libertad de expresión en nuestras propias lenguas, es también fundamental para nosotras. Muchas de nuestras lenguas siguen vivas. Han resistido las violencias coloniales que nos obligaron al uso de una lengua extranjera, y a la pérdida de nuestras propias formas de expresar nuestras vivencias. Nosotras mujeres tenemos un papel significativo en la transmisión de la fuerza de nuestros saberes ancestrales por medio de la transmisión de la lengua.
Queremos que sea respetada nuestra forma de ver, sentir, de ser y de vivir el territorio. Sepan que, para nosotras, la pérdida del territorio es una pérdida afectiva, nos trae una profunda tristeza, hiere nuestro espíritu. El sentimiento de violación de la tierra es como el de una madre que pierde a su hijo. Es desperdicio de la vida. Significa pérdida de respeto y de la cultura. Es una deshonra a nuestros antepasados, que fueron responsables por la creación de todo. Es una falta de respeto para aquellos y aquellas que murieron por defender la tierra. Es la pérdida de lo sagrado y del sentido de la vida misma.
Así, todo lo que ha defendiendo y realizado el actual gobierno agrede frontalmente esta forma de protección y cuidado de la Madre Tierra, aniquilando los derechos que, con mucha lucha, nosotras y nosotros conquistamos. La no demarcación de tierras indígenas, el estímulo para la liberación de la minería y de la renta de las tierras, la tentativa de flexibilizar las leyes de protección ambiental, el financiamiento de armamento en el campo, la destrucción de políticas indigenistas y ambientales, demuestran eso.
Nuestro deber como mujeres indígenas y como líderes, es fortalecer y valorar nuestro conocimiento tradicional, cuidar nuestros saberes, nuestra ancestralidad y cultura, conociendo y defendiendo nuestro derecho, honrando la memoria de las mujeres que vinieron antes que nosotras. Es saber luchar de nuestra manera para potencializar la práctica de nuestra espiritualidad, y rechazar todo lo que atenta contra nuestras existencias.
Por todo esto, y a partir de las redes que tejemos en este encuentro, nosotras le decimos al mundo que lucharemos incansablemente para:
1. Garantizar la demarcación de territorios indígenas, pues violar nuestra madre tierra es violentar a nuestro cuerpo y nuestra vida.
2. Asegurar nuestro derecho a la posesión plena de nuestros territorios, defendiéndolos y exigiendo al Estado brasileño que prohíba la explotación minera, que nos envenena con mercurio y otras sustancias tóxicas, la renta de tierras y la ambición del agronegocio y las invasiones ilegales que roban nuestros recursos naturales y los utilizan únicamente para lucrar, sin preocuparse por preservar la vida en el planeta;
3. Garantizar el derecho irrestricto a recibir servicios de salud específicos para nuestros pueblos, con el mantenimiento y la evaluación del Subsistema y de la Secretaria Especial de Salud Indígena (SESAI). Luchamos y seguiremos luchando por los servicios públicos ofrecidos por el Sistema Único de Salud (SUS) y por el mantenimiento y la evaluación de la Política Nacional de Atención a la Salud de nuestros pueblos, sea en nuestros territorios o en contextos urbanos.
No aceptamos la privatización, la municipalización o la estatalización de los servicios de salud de nuestros pueblos.
Luchamos y lucharemos para que la gestión de la SESAI sea ejercida por profesionales que reúnan las capacidades técnicas y políticas para comprender las especificidades implicadas en la prestación de servicios de salud de los pueblos indígenas. No basta tener a una indígena al frente de este organismo público. Es preciso garantizarnos una gestión sensible a todos los aspectos que nos son importantes en el ámbito de la salud, respetando nuestras prácticas tradicionales de promoción de la salud, nuestras medicinas tradicionales, nuestras parteras y nuestras formas de practicar los partos naturales, así como los saberes de nuestros líderes espirituales. Conforme a nuestras ciencias indígenas, la salud no proviene solamente de la prescripción de principios activos, la cura es resultado de interacciones subjetivas, emocionales, culturales y fundamentalmente espirituales.
4. Reivindicar al Supremo Tribunal Federal (STF), que no permita, ni legitime ninguna reinterpretación retrógrada y restrictiva del derecho originario sobre nuestras tierras tradicionales. Esperamos que, en el juicio del Recurso Extraordinario 1.017.365, relacionado al caso “Terra Indígena Ibirama Laklanõ do povo Xokleng” considerado de Repercusión General, el STF reafirme la interpretación de la Constitución brasileira de acuerdo con la tesis “do Indigenato” (Direito Originário) y que excluya definitivamente, cualquier posibilidad de bienvenida de la “tese do Fato Indígena” (Marco Temporal);
5. Exigir a todo el Poder Judicial que, en el ámbito de igualdad de todos ante la ley, haga valer nuestro derecho a la diferencia y, por tanto, nuestro derecho de acceso a la justica. Garantizar una sociedad justa y democrática significa asegurar el derecho a la diversidad, también previsto en la Constitución. Exigimos el respeto a los tratados internacionales firmados por Brasil, que incluyen, entre otros, el artículo 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), las Convenciones de la Diversidad Cultural, Biológica y el Clima, la Declaración de la ONU sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas y la Declaración Americana de los Derechos de los Pueblos Indígenas;
6. Promover el incremento de la representatividad de las mujeres indígenas en los espacios políticos, dentro y fuera de las aldeas, y en todos los escenarios que sean importantes para la implementación de nuestros derechos. No basta reconocer nuestras narrativas, es preciso reconocer a las narradoras. Nuestros cuerpos y nuestros espíritus tienen que estar presentes en los espacios de decisión.
7. Combatir la discriminación de los indígenas en los espacios de decisión, especialmente de las mujeres, que son víctimas no sólo del racismo, sino también de machismo;
8. Defender el derecho de todos los seres humanos de una alimentación saludable, sin agrotóxicos, y nutrida por el espíritu de la madre tierra;
9. Asegurar el derecho a una educación diferenciada para nuestros niños y niñas y jóvenes, que sea de calidad y que respete nuestras lenguas y valore nuestras tradiciones. Exigimos la implementación de las 25 propuestas de la segunda “Conferência Nacional e dos territórios etnoeducacionais”, el restablecimiento de las condiciones y espacios institucionales, como la “Coordenação Geral de Educação Escolar Indígena” en la estructura administrativa del Ministerio de la Educación para asegurar nuestra incidencia en la formulación de la política de educación escolar indígena y atendiendo nuestras demandas que involucran, la mejoría de la infraestructura de las escuelas indígenas, la formación y contratación de profesores indígenas, y la elaboración de material didáctico diferenciado o contextualizado culturalmente.
10. Garantizar una política pública indigenista que contribuya efectivamente para la promoción, el fomento, y la garantía nuestros derechos, que planeé, implemente y monitoree de forma participativa, en diálogo con nuestras organizaciones, acciones que consideren nuestras diversidades y las demandas prioritarias del Movimiento Indígena;
11. Reafirmar la necesidad de una legislación específica que combata la violencia contra la mujer indígena, contextualizada a la realidad de nuestros pueblos. Las políticas públicas necesitan ser guiadas en las especificidades, diversidades, y por el contexto social de cada pueblo, respetando nuestros conceptos de familia, educación, fases de la vida, trabajo y pobreza.
12. Dar seguimiento al empoderamiento de las mujeres indígenas por medio de la información, formación y sensibilización de nuestros derechos, garantizando el pleno acceso de las mujeres indígenas a la educación formal (nivel básico, medio y superior u universitario) a fin de promover y valorizar también los conocimientos indígenas de las mujeres;
13. Fortalecer el movimiento indígena, agregando conocimientos de género y generacionales;
14. Combatir de forma irreductible e innegociable, posiciones racistas y anti-indígenas. Exigimos el fin de la violencia, de la criminalización y discriminación contra nuestros pueblos y líderes, practicadas inclusive por agentes públicos, asegurando el castigo de los responsables, la reparación de los daños causados y comprometiendo a instancias de gobierno en la protección de nuestras vidas.
Por último, reafirmamos nuestro compromiso de fortalecer las alianzas con mujeres de todos los sectores de la sociedad en Brasil y en el mundo, del campo y de la ciudad, de los bosques y selvas y de las aguas, que también son atacadas en sus derechos y formas de existencia.
Tenemos la responsabilidad de plantar, transmitir, trascender, y compartir nuestros conocimientos, así como hicieron nuestros ancestros femeninos, y todos los que nos antecedieron, contribuyendo para que fortalezcamos, juntas y en pie de igualdad con los hombres, que fueron concebidos por nosotras, nuestro poder de lucha, de decisión, de representación, y de cuidado para con nuestros territorios.
Somos responsables por la fecundación y protección de nuestro suelo sagrado. Seremos siempre guerreras en defensa de la existencia de nuestros pueblos y de la Madre Tierra.
Brasilia, D.F., 14 de agosto del 2019.
12/Ago/2019
Por Luma Lessa para Cobertura Colaborativa de la Marcha de las Mujeres Indígenas. Traducción Daiara Tukano.
El domingo (08/11) amaneció con las presentaciones culturales de las delegaciones de mujeres de más de 100 pueblos indígenas de todo Brasil. Luego, unas 1.500 mujeres indígenas se reunieron para las actividades del Foro Nacional de Mujeres Indígenas. Sonia Guajajara inició el espacio invitando a mujeres de 21 estados a hablar sobre el tema: “Territorio: nuestro cuerpo, nuestro espíritu”. Las discusiones abordaron la construcción de demandas y estrategias concretas de las mujeres indígenas para su empoderamiento, la violación de los derechos de salud, educación y seguridad, el derecho a la tierra y los procesos de retomada de los territórios, y la ocupación de las mujeres indígenas en la política.
Por la tarde, las mesas llevaron a las invitadas a discutir la creación de redes entre movimientos. Joenia Wapichana, Diputada Federal (Rede-RR), mujeres indígenas de América Latina, representantes indígenas de Perú y Ecuador, y una representante de ONU Mujeres Brasil asistieron a la reunión. También ocurrió la Oficina de Alianzas Nacionales, a la que asistieron representantes de la Articulación de los Pueblos Indígenas de Brasil – APIB, la Marcha de las Margaritas, las Mujeres Negras, la Articulación de las Mujeres Brasileñas (AMB) y la Coordinación Nacional de las Comunidades Negras Quilombolas (CONAQ).
El tema central del lunes (12/08) es la Ley SASI-SUS “Mujeres indígenas en defensa de la salud indígena”. La marcha salió de la sede del campamento en Funarte hacia la Secretaría Especial de Salud Indígena (Sesai). La primera caminata de la 1ª Marcha de Mujeres Indígenas salió a las calles de Brasilia para protestar por el fin de la municipalización de Sesai y la partida inmediata de Silvia Nobre, actual coordinadora. Llegando a la secretaría se enfrentaron al intento de la Policía Militar de bloquear la entrada de las indígenas al edificio. Sin embargo, las mujeres lograron ingresar y ocupar el espacio. El día termina con la participación de una delegación de mujeres en la audiencia, programada para comenzar a las 17h, en la Corte Suprema (STF).
La caminata continúa mañana, 13 de agosto, con la salida a las 7:00 am de la Marcha de las Mujeres Indígenas desde el campamento principal en FUNARTE hacia la Explanada de Ministerios. La marcha se une a la Acción Nacional contra el Desmantelamiento de la Educación Pública, programada para las 9 a.m. Al mismo tiempo tendrá lugar la Cámara de Diputados Solemne con las Margaritas. Por la tarde, hay talleres y actividades con las margaritas en el parque de la ciudad, seguidas de la apertura de la Margarita a las 19h en el mismo lugar.
La Marcha de las Mujeres Indígenas termina el miércoles (14/08), uniendo fuerzas con la Marcha de las Margaritas en una caminata conjunta. Las margaritas y la reunión indígena se llevarán a cabo en Funarte. La expectativa es de unas 100 mil personas para el 13 de marzo y el 14 de agosto. La última actividad del día, programada para las 2 de la tarde, será la Plenaria para la aprobación del Documento Final con el tema “Riego de semillas: el futuro del foro y la marcha de las mujeres indígenas”. Al final, las delegaciones regresan a sus lugares de origen renovadas con las fuerzas y estrategias compartidas entre mujeres indígenas de pueblos diversos y con mujeres campesinas en estos intensos días de movilización de la mayor acción femenina de América Latina.
12/Ago/2019
Por Andressa Santa Cruz para la Cobertura Colaborativa de la Marcha de las Mujeres Indígenas, traducción Daiara Tukano.
Cientos de mujeres indígenas ocuparon hoy el edificio de la Secretaría Especial de Salud Indígena (SESAI) en Brasilia, pidiendo el fin del desmantelamiento de la salud indígena y la partida inmediata de la coordinadora Silvia Nobre Wajãpi, quien se negó a reunirse con los líderes y abandonó el edificio. bajo abucheos. “Silvia no representa a la mayoría de las mujeres indígenas. Vinimos aquí para hablar y no nos recibieron. Esto muestra una fuerte contradicción ”, dice Celia Xakriaba.
Desde que Silvia Nobre fue nombrada por el gobierno actual en abril, las políticas de salud indígenas se han debilitado. La demora en la transferencia de fondos, el desmantelamiento del Programa Más Médicos y el equipo de gestión final impactó a las aldeas tan durante el primer mes, cuando la gente en todo el país comenzó a movilizarse contra el desguace.
En julio, 115 indígenas acamparon en el edificio del SESAI durante dos semanas, luego de una reunión celebrada por la Fiscalía Federal y Funai, en Brasilia, donde el Ministerio de Salud y el SESAI firmaron un Acuerdo de Ajuste de Conducta (TAC) comprometiéndose a satisfacer las demandas.
Verifique el video de la hora de entrada al edificio:
Para Nyg Kaigang, del sur del país, uno de los objetivos es la revitalización del órgano, “nos esforzaremos por garantizar una atención médica específica basada en la alineación del conocimiento de la medicina tradicional, la forma en que pensamos sobre la curación de nuestros cuerpos. ”
Vea algunas fotos de la ocupación:

Las mujeres indígenas ocupan pasillos y habitaciones de Sesai – Secretaría Especial de Salud Indígena en Brasilia. Foto: Douglas Freitas / Cobertura colaborativa.

Las mujeres indígenas ocupan pasillos y habitaciones de Sesai – Secretaría Especial de Salud Indígena en Brasilia. Foto: Kamikia Kisedje / Cobertura colaborativa.

Las mujeres indígenas ocupan pasillos y habitaciones de Sesai – Secretaría Especial de Salud Indígena en Brasilia. Foto: Lia Biachini / Cobertura colaborativa.

Las mujeres indígenas ocupan el edificio Sesai exigiendo la partida inmediata de la coordinadora Silvia Nobre. Foto: Kamikia Kisedje / Cobertura colaborativa

Las mujeres indígenas ocupan el edificio Sesai exigiendo la partida inmediata de la coordinadora Silvia Nobre. Foto: Kamikia Kisedje / Cobertura colaborativa

Las mujeres indígenas ocupan el edificio Sesai exigiendo la partida inmediata de la coordinadora Silvia Nobre. Foto: Daniela Huberty / Cobertura Colaborativa
10/Ago/2019
El aumento creciente de invasiones de las tierras indígenas, la violencia contra los líderes y comunidades indígenas, que dejan en situación de vulnerabilidad principalmente a mujeres y niños son la causa de una gran preocupación. El anuncio hecho por el presidente de la República.
De que no demarcaría ninguna tierra indígena más y sus comparaciones de los indios con animales y de sus territorios con zoológicos, rompen con la Constitución Federal y la obligación de la Unión de proteger la vida y los bienes indígenas. La tierra indígena Wajãpi, en la región de Amapá, demarcada y protegida desde 1996, fué el blanco de una reciente invasión siendo asesinado uno de sus lideres.
De hecho en los seis meses de Gobierno que ya pasaron el Ministerio de Justicia no tomó ninguna medida de demarcación de nuevas tierras como las de los Pataxós y los Tupinambás, en Bahia y las de los Guarani Kaiowá en Mato Grosso do Sul. No hubo acciones efectivas contra las violencias practicadas contra los pueblos indígenas. Los Yanomami y los Ye ́wana, de Roraima están siendo masacrados por la invasión masiva de mineros y explotadores de oro en la Tierra Indígena Yanomami.
La reciente noticia de que el gobierno va a poner las tierras indígenas a disposición de la explotación minera puede tener consecuencias dramáticas, principalmente en la Amazonía, donde se concentra la mayor extensión de tierras indígenas (98%), la mayor cantidad de indios aislados, el 60% de la población indígena brasileña y la mayor cantidad de peticiones para investigación y explotación de minerales.
La solución propuesta por el Presidente Bolsonaro respecto de las actividades criminales practicadas en tierras indígenas es aterradora: legalizar el crimen!
El Estado tiene un poder de fiscalización pobre, como vimos en los casos de Mariana y Brumadinho, en Minas Gerais y está facilitando el proceso de licenciamiento ambiental.
En el caso específico de la cadena de producción de oro y según un reportaje reciente, el Minsiterio Público Federal y la Policía Federal recopilaron durante tres años una serie de pruebas que muestran la fragilidad respecto a la regulación existente y a la ejecución del papel fiscalizador del Estado.
Ante estos graves hechos nos manifestamos en defensa de los pueblos indígenas y de sus territorios, a favor de su autonomía en las decisiones sobre su propio desarrollo y contra la actividad minera en tierras indígenas.
Solicitamos la demarcación de las tierras indígenas pendientes, que sea hecho un inventario por parte del Ministerio de Justicia de todos los actos graves de violación de los derechos indígenas perpetrados en los últimos tres años y de las medidas tomadas para reprimirlos, siendo estos presentados a la sociedad brasileña.
Brasilia, 09 de Agosto de 2019.
Joenia Wapichana
Coordinadora del Frente Parlamentar
Mista em Defesa dos Direitos dos Povos Indígenas
Nilto Tatto
Coordinador del Frente Parlamentar Ambientalista
Erika Kokay
Coordinadora del Frente Parlamentar em
Defesa dos Direitos Humanos
Rodrigo Agostinho
Presidente da Comissão de Meio Ambiente e Desenvolvimento Sustentável
Helder Salomão
Presidente da Comissão dos Direitos Humanos e Minoria
28/Jul/2019
La Coordinadora de las Organizaciones Indígenas de la Amazonía Brasileña -COIAB, junto con sus organizaciones de base a nivel estatal, regional y local, principalmente junto a APOIANP (Articulación de los Pueblos y Organizaciones Indígenas de Ampá y el Norte de Pará), vienen a manifestar publicamente, su solidaridad y apoyo absolutos al pueblo indígena Waiapi, ante los recientes hechos ocurridos de invasión de los mineros de su territorio; al mismo tiempo en que hacemos manifiesto nuestro profundo y VEHEMENTE REPUDIO contrarios a este tipo de acción y que se viene exhacervando, principalmente fomentado por los posicionamientos intransigentes, irresponsables, autoritarios, prejuiciosos, arrogantes e irrespetuosos del actual gobierno, y en especial del señor presidente de la República Jair Bolsonaro, con los ataques que vienen haciendo a los derechos de los pueblos originarios de este país, sobretodo a los derechos territoriales ya garantizados en tierras indígenas totalmente demarcadas y regularizadas desde la Constitución Federal de 1989 y que este gobierno intenta hacer retroceder continuamente.
Los pueblos indígenas que aquí habitaban en este país en la época de la invasión de Brasil y que vivian libres en toda su extensión, hoy se ven obligados a ocupar territorios delimitados bajo la figura jurídica de tierras indígenas, que deberían garantizar como mínimo las condiciones necesarias a la supervivencia y manutención de sus formas sociales y de la cultura de los pueblos indígenas. Sin embargo, son incontables las amenazas al pleno usufructo de las tierras ya demarcadas y homologadas y aún mayor el número de invasiones producidas en estos territorios. Son problemas estos, que son enfrentados por los pueblos indígenas desde el siglo XVI, cuando la invasión europea y la ocupación geopolítica de nuestro territorio, principalmente motivada por proyectos económicos ajenos a las necesidades y voluntades de los pueblos originarios de aquel siglo. La invasión para la explotación del oro en los territorios indígenas, sobretodo en la Amazonía, viene sucediendo sin ningun control del Estado y dando las espaldas de las comunidades indígenas afectadas. El caso Yanomami es un ejemplo en el que miles de mineros han ido sistematicamente invadiendo sus tierras desde los años 80, localizadas éstas en la frontera de Brasil conVenezuela, dejando como rastro muertes y destrucción que hasta el día de hoy dia atormentan a aquella región.
El caso sucedido esta semana en Tierra Indígena Waiapi respecto de la invasion de mineros en su propio territorio ya demarcado y homologado desde los años 90, así como diversos casos recientes, son situaciones, ya vistas desde hace mucho tiempo y que se vienen repitiendo hasta la actualidad y se pueden, enfáticamente atribuir y poner en las listas estos recientes ataques a los territorios indígenas, sea para explotación de oro, maderera, apropiación o cualquier otro tipo de acto ilícito en los territorios indígenas, al que es el mayor enemigo actual de los pueblos indígenas, el señor presidente de la República Jair Messias Bolsonaro junto con sus ministros y aliados antiindígenas, en que vienen sistematicamente, desde la época de su campaña política y ahora en sus 7 meses de gobierno, atacando a los pueblos indígenas, criminalizando a los líderes y organizaciones indígenas legítimos representantes de esos pueblos, cooptando y enfrentando indígenas contra indígenas e intentado usurpar a cualquier precio los derechos sociales y territoriales garantizados a la población indígena; armando, en las bases, a los enemigos de los pueblos indígenasy jaleando intensamente el conflicto en los territorios- todo esto con el único y exclusivo proposito de privilegiar a los invasores históricos de las tierras indígenas, sus aliados políticos y a los enemigos de los pueblos indígenas para la explotación ilegal de nuestras tierras, con el viejo discurso de “desarrollo social y económico del país”.
Recalcamos nuestra obstinación por mantenernos firmes en la lucha, por la defensa de los derechos de los pueblos indígenas, através de nuestras organizaciones y lideranzas indígenas legítimas de nuestra base en la Amazonía Brasileña, enfantizando que estamos dispuestos a enfrentar a todo y a todos así como fuera necesario, por la defensa de nuestros territorios, reforzando aquí todo nuestro apoyo al pueblo indígena Waiapi, a sus organizaciones representativas locales y a APOIANP, resaltando todo nuestro apoyo necesario para el enfrentamiento de esta situación y exigiendo de las autoridades públicas municipales, estatales y federales una intervención inmediata en esta situación, poniendo el objetivo en la seguridad del pueblo y el territorio Waiapi, evitando así mayores ofensas y conflictos en la región.
Manaus/Am, 28 de julio de 2019
POR LA DEFENSA DE LOS PUEBLOS Y TERRITORIOS INDÍGENAS.
POR EL APOYO AL PUEBLO WAIAPI
POR EL BUEN VIVIR DE LOS PUEBLOS INDÍGENAS
COORDINACIÓN DE LAS ORGANIZACIONES INDÍGENAS DE LA AMAZONÍA BRASILERA