Nota Pública de la APIB

Ministro de Justicia Osmar Serraglio tiene caras: es ruralista y declarado anti-indígena

Las declaraciones del Ministro de Justicia, el ruralista Osmar Serraglio, establecido en último día 07 del presente, y publicadas por la Folio de Sao Paulo el día de hoy, 10/03, demuestran de que lado está. En sus discursos iniciales de ministro de Estado de la Justicia dan secuencia a su notoria ignorancia sobre historia, identidad, cultura y cosmovisión de los pueblos indígenas y reafirma su tradicional visión y práctica parlamentaria que no respeta a esos pueblos,  prejuicioso y racista, declarado defensor de las causas de agroindustria, como lo demostró la ser relator de la PEC 215/00.

En el intento de descalificar el derecho territorial originario y permanente de los pueblos indígenas, reconocido por el texto constitucional de 1988, él afirma que los envueltos en conflictos del campo deberían parar con la discusión sobre tierras, pues ellas “no llenan barriga de ninguno” y que los indígenas apenas precisan “buenas condiciones de vida”.

Es decir, el ministro de justicia quiere que los pueblos indígenas calmen, que paren de exigir y clamar por respeto a sus derechos sagrados de la tierra, pisoteados  regularmente por  sucesivas generaciones de invasores incluida la de Serraglio, para los cuales la tierra solo tiene una finalidad: proveer lucro a cualquier costo, aunque eso implique destrucción y muerte, de territorios y pueblos, de bienes comunes, conocimientos y saberes milenarios. Al final, para los colonizadores y neocolonizadores, resta ofrecer a los sobrevivientes del exterminio el destino de poderse integrar a su mundo – el capitalismo-, sin aquello que les es  fundamental a su existencia: la tierra es la madre naturaleza, que está distante de ser apenas un medio de producción, una realidad externa a ser vencida y destruida para conseguir los objetivos de acumulación, de lucro, de enriquecimiento y consumo exhaustivo.

“Buenas condiciones de vida” para los pueblos indígenas, señor ministro, jamás vendrán a ser ellos quienes tengan la garantía de vivir en paz y libres en sus territorios, con condiciones dignas de sustentabilidad, que presuponen superar la mentalidad arcaica de políticas tutelares, asistencialistas, paternalistas y autoritarias con que el Estado toma para las élites económicas, de las cuales el señor forma parte, tratando a los pueblos indígenas, usurpando sus tierras y el derecho de uso exclusivo garantizado por la Constitución Federal, con base en argumentos jurídicos y discursos mentirosos, maniobras parlamentarias y jurídicas, e inclusive de uso de fuerza.

Para pacificar la crisis en el campo basta que el señor mande desarmar las milicias y los hacendarios de agroindustrias que asesinan líderes indígenas en las afueras de Brasil, y cumplir la Carta Magna que hace 29 años determinó que la Unión  demarcaría las tierras indígenas en cinco años.

Brasília – 10 de marzo del 2017
Articulación de los Pueblos Indígenas de Brasil- APIB
Movilización Nacional Indígena